Cómo ampliar una franquicia, al estilo de las empresas tecnológicas punteras

08 oct 2020

Para Wall Street English las franquicias funcionan mejor con un toque de empresa tecnológica

¿Cómo ampliar una franquicia que tiene éxito? Uno de los elementos incluidos en la lista de requisitos que deben cumplir los socios comerciales de Wall Street English suele coger desprevenidos a los emprendedores y es clave para ampliar una franquicia con éxito.

Cuando los responsables del negocio hablan con la empresa sobre la posibilidad de desarrollar la marca Wall Street English en un mercado determinado, lo último que esperan es que la propia franquicia quite importancia a la experiencia previa en el mundo de la educación.

Después de todo, Wall Street English es uno de los mayores proveedores de servicios de formación para adultos en el idioma inglés, con más de 400 centros en 28 países distintos.

 

Pero, está claro que no puedes liderar la expansión de una marca como esta y ampliar una franquicia en un mercado determinado si no tienes experiencia previa en el sector de la educación, ¿no? Pues no, dice Wall Street English

Buscamos socios comerciales que tengan conocimientos del mercado y hambre de crecimiento,” afirma Lex Baker, el responsable de desarrollo de Wall Street English.

Socios que tengan interés en crear un negocio rentable sobre una marca global y que aprecien la disponibilidad del soporte técnico y administrativo para impulsar las ventas.”

Si esta descripción se parece un poco a la de un socio distribuidor informático, no es por casualidad. Durante los últimos 46 años, Wall Street English ha ido construyendo uno de los modelos de negocio de mayor éxito de todo el sector de la formación en inglés y ha conseguido ampliar una franquicia hasta el éxito internacional.

Y se parece mucho al de una empresa informática. Empecemos por el producto, los cursos de inglés. Algunas empresas del sector utilizan toda una serie de manuales y guías de aprendizaje, un método basado en el “hardware”.

Otros se centran en el “software”; por ejemplo, programas y aplicaciones de aprendizaje. Y aún hay otras empresas que optan por el aprendizaje presencial, un modelo basado en el servicio.

Una experiencia óptima

En Wall Street English hemos encontrado la combinación perfecta entre estos tres modelos para lograr una experiencia óptima, como las empresas informáticas que empezaron a aglutinar el hardware, el software y los servicios en “soluciones” integrales a partir de los años 80 del siglo pasado.

Y en este modelo, Wall Street English pone un énfasis considerable en la innovación. Su metodología única para la formación se ha ido refinando a lo largo de los años, enriqueciéndose con la experiencia de más de 1,5 millones de clientes.

Wall Street English ha invertido más de 20 millones de dólares en la última versión de sus productos y emplea a más de 60 personas en sus equipos de desarrollo tecnológico y del producto.

Y la innovación no está solo integrada en su metodología para la formación, sino en todo su modelo de negocio.

Hemos creado todo un modelo de ‘paquete de negocio’ que los socios comerciales en nuestro país pueden aplicar y ampliar con rapidez, básicamente, replicando la tendencia de software como servicio que se impone en las empresas informáticas, pero aplicándola al entorno de la formación” añade Baker.

Y por eso la empresa no pide contar con experiencia previa en educación cuando contacta con posibles socios en el país. “Nuestros cursos forman parte de nuestra propiedad intelectual, y no queremos que nadie los replique,” señala Baker.

En cambio, lo que buscamos son personas que nos ayuden a llevarlos a nuevos mercados.

Por supuesto que Wall Street English no es la primera empresa en aplicar este modelo de negocio tipo empresa tecnológica puntera a empresas no informáticas.

Cada vez hay más empresas que están rompiendo sus mercados con metodologías similares: por ejemplo, Tesla en el mercado del automóvil, o Uber en el del transporte. Sin embargo, se ha tardado mucho en traer estos modelos al mundo de la educación. Lo que, la verdad, resulta sorprendente. Este estilo tipo empresa tecnológica aporta considerables beneficios para los alumnos y las empresas cuando se aplica al aprendizaje de un idioma.

Los alumnos se benefician de unos contenidos que se actualizan de forma continua para incorporar las mejores prácticas y los últimos avances pedagógicos, lo que les permite obtener una experiencia de aprendizaje individualizada y flexible aprovechando al máximo las nuevas tecnologías para maximizar sus resultados.

Por otro lado, las empresas pueden obtener buenos márgenes de beneficio al ofrecer una enseñanza de alta calidad a precios competitivos, sin tener que invertir en el desarrollo y construcción del negocio desde cero. Ampliar una franquicia es rentable. Baker afirmó que este modelo ofrece hasta un 35% de EBITDA al año.

 

Cómo ampliar una franquicia. Nuestros socios comerciales

¿Qué tipo de gente buscamos en Wall Street English para llevar este modelo a todo el mundo y ampliar una franquicia de tanto éxito?

No sorprenderá a nadie, tal y como hemos construido nuestro negocio, si decimos que la empresa prefiere una mentalidad más parecida a la de un emprendedor que empieza en Silicon Valley que a la de un director de colegio.

Nuestros socios comerciales suelen ser ambiciosos, con una firme voluntad de crecimiento,” afirma Baker.

Suelen tener buenos conocimientos de marketing y ventas, tienen cierta facilidad para agradar a sus clientes, y son innovadores a la hora de desarrollar nuevos mercados, pero apreciando las ventajas de seguir un modelo ya probado y consolidado.”

Al más puro estilo startup, Wall Street English busca trabajar con socios comerciales con facilidad para crear y dirigir equipos. Si además pueden aportar inversores, asesores u otros socios principales para aprovechar su experiencia en el mercado, aún mejor.

Como dice Baker, la mejor forma de poner esta oportunidad en contexto es fijándonos en la evolución de los socios de distribución en el sector informático. Este sector está dominado por grandes marcas como Cisco, HP e IBM. Es difícil competir contra ellos. Pero es muy fácil aprovechar su marca.

Hoy, miles de empresas en todo el mundo triunfan revendiendo los productos y servicios de lo que tan sólo son un puñado de marcas tecnológicas muy conocidas.

Estos socios distribuidores informáticos no fabrican equipos; se centran en venderlos y en aprovechar la relación resultante con el cliente. Y a muchas de estas empresas les ha ido muy bien.

Por ejemplo, el distribuidor informático Micro D, fundado en 1979 por un matrimonio, y que facturó 3,5 millones de dólares en su primer año. Hoy, con el nombre de Ingram Micro es una de las empresas incluidas en la lista Fortune 500. Como dice Baker, Wall Street English quiere algo parecido para sus socios.

El valor de la propia empresa refleja la validez del método de Wall Street English: en noviembre de 2017, Pearson acordó la venta de Wall Street English por 300 millones de dólares a un consorcio de fondos asociados con Baring Private Equity Asia y CITIC Capital.

Gracias a esta operación, Wall Street English se encuentra ahora en una posición ideal para poder aprovechar su trayectoria en este mercado amplio, y en constante crecimiento, del inglés. “Nuestro concepto funciona, y ahora simplemente queremos ampliarlo,” declaró Baker.

Y cuando se trata de un modelo similar al que utilizan algunas de las mayores empresas del planeta, eso no debería ser demasiado difícil.

 

Sobre Wall Street English 

Wall Street English se fundó en 1972 y ahora cuenta con más de 400 centros de formación, incluyendo 320 sucursales en régimen de franquicia, en 28 países de África, Asia, Europa, Latinoamérica, y oriente medio.

Hay oportunidades de inversión tanto a nivel de centros individuales, como de país y región, con un requisito mínimo de capital de entre 130.000 y 500.000 € por centro, dependiendo del tamaño, el emplazamiento y la región.